Tuve la oportunidad y el honor de participar hace algunos años ya en el V Encuentro de Promotores de lectura, llevado a cabo en el recinto de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara Jalisco 2007.
Fueron tres maravillosos días en el que casi 400 promotores de lectura mexicanos, colombianos, argentinos, escritores de literatura infantil y juvenil y editoriales como Ediciones Tecolote y Ediciones OLETVM, y productores de programas televisivos como Once niños y “Un libro por día” de Francia, y demás exponentes, reunieron fuerzas, energías y voluntades para hacer de ese evento algo productivo y especial.
Hubo bastantes palabras, participaciones de invitados especiales de la talla de; Jaime Gutiérrez Chávez, Isadora de Nordem, Alejandro Cravioto, Ricardo Ávila, Nubia Macias, Gonzalo Celorio, Jordi Sierra I Fabra, Beatriz Elena Robledo, Jaime García Padrino, Mariluz Casas Cavazos, Graciela Prieto, Silvia Castrillón, Daniela Allerbón, Alicia Espinoza de los Mantero, Eva Janovitz, Olivier Barrot, Eloy Martos Núñez y Jesús Galindo.
Por los pasillos de la FIL tuve la oportunidad de caminar junto a Monserrat del Amo, distinguir la inequivocable figura de Francisco Hinojosa y contemplar aunque sea de lejos a Juan Villorio, Josteen Gardner y Antonio Muñoz Molina.
A pesar de las diferencias que nos marcaban (nacionalidad, genero, edad, actividad) todos concluimos en unanimidad que la lectura es la actividad esencial y sin sustitución para mejorar la calidad de vida de todo individuo sobre la faz de la tierra, e inclusive sin olvidar a los lectores prenatales.
Fue sin embargo, el programa de apoyo social más aplaudido por el alcance y la aceptación adquirida en sus, para ese entonces tan solo 8 meses de implementación, el presentado por la argentina Daniella Allerbón.
Se trataba del programa “Libros y Casas” en el que familias argentinas recibían aparte de una biblioteca de 18 libros, una vivienda. (Otros ordenarán ambos obsequios en otra prioridad, pero nosotros promotores de lectura lo vemos con otros ojos).
Este programa de apoyo dirigido a las familias de los menores recursos de Argentina, en sus ocho meses de vida llevaba entregados millón y medio de libros entre los que figuraban: 1 guía práctica de primeros auxilios, guía para buscar empleo, guía de nutrición, 1 manual para las mujeres, manual para el hogar, manual de historia nacional, 1 diccionario enciclopédico, 1 diccionario escolar básico, 1 manual de 1eros auxilios legales, 1 antología de cuentos argentinos, cuentos clásicos, poesía, 1 cancionero, y varios cuentos y poemas para chicos.
Aparte de la entrega de los libros se procuraba abrir entre la comunidad salas de lectura comunitarias, talleres infantiles y talleres para amas de casa que continuaran de forma comunitaria el aprecio por la lectura.
Ahora, cuatro años después, el reciente artículo Programa Libros y Casas en Tucumán registra que:
"Hasta el momento, se han entregado 900.000 libros —50.000 bibliotecas— y se entregará la misma cantidad durante el año 2011. Se estima que el total de beneficiarios del programa alcanza el medio millón de personas. Ya se han invertido catorce millones de pesos".
Todos los que trabajamos como promotores de lecturas sabemos lo que este tipo de proyectos culturales involucra. La inversión en tiempo, dedicación y esfuerzo supera mucho más a la inversión monetaria con el que se realiza. Creo yo es un trabajo argentino digno de aplaudirse y reproducirse.
Me pregunto ¿Qué tanto se beneficiaria la población tijuanense si un programa similar se implementara en nuestra región? ¿Qué beneficios a corto plazo observaríamos si con cada vivienda entregada en Tijuana se incluyera un manual de primeros auxilios, un manual de búsqueda de empleo, un manual de apoyo legal y un libro de historia y literatura regional? Creo yo que valdría la pena invertir en un programa similar y descubrirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario