Proyectos de mediación lectora

Este espacio es un registro de mis actividades realizadas en Tijuana en torno a la promoción de la lectura. Sírvanse leer mis experiencias con el fin de reproducirlas y mejorarlas entre sus comunidades.

PROYECTO DE LECTURA: Trueque del libro
PÚBLICO: Escolar
ESPACIO: Colegio Ibero Tijuana
PERIODO DE FUNCIONAMIENTO: Desde octubre 2015


PROYECTO DE LECTURA: Lee mientras lavas
PÚBLICO: Abierto
ESPACIO: Lavandería pública
PERIODO DE FUNCIONAMIENTO: Agosto 2010 a Marzo 2011.

Marzo 1 2011: Supongo que puedo ver el desenlace de este proyecto de dos maneras. Uno, puedo decir que fue un fracaso, que la "gente" no respeta, que son unos ladrones, que no les importa y que jamás debí de arriesgar a exponer buenos libros tan solo para que los rompieran o se los robaran o los ignoraran en pro de la tele. Esa supongo es una postura que puedo tomar, dado a que fue la postura que muchas personas tomaron cuando les conté sobre las reminiscencias del proyecto "Lee mientras Lavas".

La segunda postura, la que varios promotores tomaron y por la que siento más apego, es que el proyecto no fue un fracaso, fue todo un éxito. Pues se cumplió el objetivo de llevar buenos libros a una población que bien lo necesitaba. Se creo tal interés en la lectura que los libros fueron tomados y probablemente leídos en casa, fueron manipulados y leídos hasta su desmoronamiento, fueron vistos y el objeto-libro adquirió presencia y alcance en sus vidas, lo que contribuyo a un gran o leve enriquecimiento. Se creó consciencia sobre la presencia de un arte en un espacio que no lo ofrecía.

La primera postura es valida, pues yo sentí la frustración y la impotencia de no lograr encontrar esa estrategia que le permitiera mayor vida a mi proyecto. Pero dicen que guardar rencor es como tomar veneno esperando que otra persona se muera. De nada me sirve darme por vencida o guardar rencor.

En este momento se prepara la segunda ronda de "Lee mientras Lavas" en alguna otra lavandería de Tijuana. Ahora vuelvo a reunir libros, y no volvemos a empezar, mejor dicho continuamos.

Noviembre 23: Ya decía yo que todo era cuestión de paciencia. Y es que al principio cuesta trabajo pero poco a poco todo adquiere un balance y los esfuerzos son solo de mantenimiento.
Regresé hoy a la lavandería tanto a lavar como a hacer mi cuarto inventario de libros. Dudoso que vuelva a ver aquellos perdidos en el primer inventario y dudoso que vuelva a ver los 11 ausentes en el 4to. Confío no obstante que ahora se les da buen uso en otro lugar y que alguien, aprovechando el gélido clima que se nos ha echado encima, lo tiene entre sus ojos y una rica tacita de café o chocolate. Bueno, al menos eso es lo que yo haría. Espero no obstante que esos libros reaparezcan alguno de estos días. Tal vez eso le pediré a los Reyes Magos.

Me encuentro con la agradable sorpresa en esta ocasión de encontrar una donación de 7 libros de excelente calidad que un benefactor ha visto correcto compartir. Aquí los ejemplares:
1. Corredor nocturno, de Sandro Cohelo
2. Y el cielo era la casa, de Eliseo Bayo
3. Yo, tu madre, de Christiane Collange
4. La noche y la mañana simplemente, de Julieta Arteaga Tijerina
5. Cadencias de amor y neciedumbre de Evodio Escalante
6. El teatro y las representaciones teatrales en Grecia y Roma, de Pedro Bosch-Gimpera y
7. El líder resonante crea más, de Daniel Goleman.

                       
Cada libro fue debidamente etiquetado y catalogado con la leyenda "Libro donado. Muchas gracias" Y sinceramente gracias a la persona que le hizo este valioso regalo a todos los participantes del proyecto.
A esta colección se le unieron cuatro libros más donados por algunos de los participantes del 8vo Festival de Literatura del Noroeste que vieron en ellos el deseo de que este proyecto continuara ofreciendo buena literatura en el lugar menos orientado para ello.
Y el postre fue encontrar a este par de lectoras que leían con bastante alegría un ejemplar de la serie Joody Moody a tal grado que se carcajeaban leyendo. Me dio mucho gusto ver este acercamiento a la lectura a pesar de que no era uno de los libros de Lee mientras Lavas, pues es exactamente el objetivo de libertad lectora al que se desea llegar con el proyecto. (Y si una de ellas esta leyendo esto, les recomiendo "Joody Moody: Salva al mundo". Felicidades.

       
Noviembre 15: Me han preguntado en una entrevista cómo es que "Lee mientras Lavas" pretende erradicar la violencia en Tijuana, y me quedo sin palabras. Pues parte de mi tiene un plan concreto para hacerlo, y otra parte sabe que es imposible acabar con la violencia con 20 o 30 libros.
Pero también se que con las lecturas expuestas al público puedo reducir las posibilidades de que algún joven lector recurra en el futuro a la delincuencia. Tal vez puedo lograr que una mujer se identifique con un personaje y encuentre la solución a un problema. O que un hombre descubra alternativas a su vida por un solo verso leído.
Ahora no se que se pueda lograr con 20 o 30 libros. Pero se muy bien lo que podría suceder si no estuvieran ahí ese espacio de lectura. Simplemente no sucedería nada, ni siquiera la posibilidad.
Los promotores nos llevamos la vida incrustando granitos de arena aquí y allá en nuestra ciudad. Y cada vez que lo hacemos guardamos la esperanza de que se convierta en una perla.
Noviembre 7: Ya estamos cerca de los festejos del día internacional del libro (12 de noviembre) y empiezo a buscar elementos que hagan resaltar este pequeño espacio de lectura. Posters, copias de poemas de Octavio Paz, etc. Y es que aunque se trate de un estante, para mi representa un embajador cultural que invita al acercamiento de la lectura. Por ende procuro darle mantenimiento semanal para evitar libros demasiado gastados o rotos.
En esta visita de nuevo me encuentro con sorpresas tanto Positivas como negativas. Las negativas son que a pesar de hacer énfasis en la etiqueta para que no se los lleven, ahora más los libros no retornados que en la ocasión anterior.
Otra es que tuve que retirar varios ejemplares infantiles porque ya era imposible ponerles más cinta adhesiva o pegamento. Simplemente estaban insalvables (mitades de hojas, portadas desaparecidas, hojas perdidas, libros doblados infinidad de veces, etc). Los puse en mi bolso con el fin de disponer de ellos en casa. No creí conveniente que me vieran tirar los restos de un libro en la misma lavamática en donde promuevo la lectura.
Y las notas positivas son que al hacer el inventario noté que alguien había donado dos libros nuevos que ya se catalogaron y etiquetaron debidamente. Otra es que la señora Fernanda Andrade, compañera apreciadora de la lectura y las artes, y mamá del colegio en donde trabajo, me hizo la donación de siete libros para niños, adolescentes y adultos, en inglés y en español que de seguro serán de bastante beneficio.
Y la tercera es que el Instituto de Cultura de Baja California ICBC pretende auxiliar ampliando nuestro acervo con obras regionales de la editorial del ICBC.
Muchas gracias a todos los donadores si están leyendo esto. Sus esfuerzos forman parte de los cimientos de este programa y la fundación cultural literaria en muchos ciudadanos Tijuanenses.

Octubre 31: Sigo llegando a la lavandería esperando lo peor y siempre me encuentro con lo mejor. Aquí las fotos de los beneficiados del programa "Lee Mientras Lavas" Me dio mucho gusto toparme con tres jóvenes adolescentes que buscaban el libro perfecto para pasar el tiempo mientras la familia lavaba. Igual este pequeño aquí imitaba la lectura con su dedo a pesar de que no sabia las letras. Cuando tomé los libros para hacer el inventario, me pedía uno que yo tenia en mis manos y me daba el que él había terminado de leer. Encontré también que habían regresado un libro anteriormente tomado. Y noté que se llevaron los 3 libros que tratan sobre la historia de Tijuana. Espero los regresen pronto. Esta vez remarqué las palabras "no te lo lleves" con color fosforescente, y reforcé los libros infantiles con pegamento y cinta adhesiva. Dejé cuatro libros más de poesía. Necesito encontrar estrategias para convencer a los lectores de que a pesar de que todos los libros son de ellos deben de compartir no llevándoselos. Sí creo que sea posible llegar a un acuerdo.
                                                                                                                   
Octubre 25:Sabia muy bien que sucedería, pero aun mantenía la esperanza de que fuera de forma lenta, por un periodo largo, pero no fue así. La lavandería "La Uni-k" cerró sus puertas al público por falta de agua, y el proyecto "Lee mientras Lavas" llegó a su primer obstáculo.
Pero no fue por mucho tiempo, ya que al comentarle mi propósito al dueño de otra lavandería en Plaza Santa Fe, accedió y de nuevo se le dio techo a mi proyecto lector.
Llegué el 17 de octubre con 40 libros re-etiquetados y propiamente catalogados en un día domingo en que la lavandería estaba a reventar. En cuanto arribé y coloque los libros tuve lectores, y ahí los dejé para que hicieran su trabajo de nuevo.

Pasaron cinco días, y un viernes regresé para encontrarme con una sorpresa: de los 40 libros solo quedaban 23, y los infantiles asemejaban más baraja que libro. Sí me decepcioné, estoy segura lo mismo sienten ustedes. Pero creo que los promotores de lectura tenemos una confianza utópica y un gran sentido del humor que nos ayuda a superar cualquier adversidad en torno a nuestro trabajo. Por ende creo... o quiero creer, que pasaron 1 de 3 cosas: 1. Se llevaron el libro para terminarlo en casa y luego lo retornan. 2. Se llevaron el libro para dárselo a otra persona pensando que le gustaría. Lo que igual cumple el objetivo de invitar a leer. 3. Le encontraron suficiente valor al libro para venderlo. Aun así pasa a manos de otro lector.
Hoy 25 de octubre retorné para hacer un inventario correcto, al igual que tomar las fotografías que ven aquí y encuentro agradables noticias:
1. Ahora cuento 25 libros. Lo que indica que retornaron 2.
2. Los libros infantiles que me había llevado para reparar pasaron inmediatamente a manos de niños que iniciaron la lectura, algunos incluso junto con sus padres.
3. El dueño de la lavandería y sus empleados están satisfechos con el proyecto y no tuvieron queja alguna. Al contrario, me informan que una persona preguntó que si podía donar algunos libros, y el dueño me aconsejó POR SU PROPIA CUENTA!! poner un anuncio invitando a donar y a no llevárselos.

Sigo sin arrepentirme. el proyecto sí funciona y va a continuar mientras tenga libros que ofrecer.
Agradezco a mis compañeros promotores que han ofrecido libros. Con gusto los acepto, pero espero estén conscientes de que su vida en el estante de "Lee mientras Lavas" tal vez sea corta. No obstante pasarán a los hogares de familias tijuanenses que muy bien lo necesitan.

¿Qué aprendí y qué vale la pena comentar por si alguien desea iniciar el proyecto?
1. Los libros infantiles deben estar muy bien forrados de plástico y sus hojas reforzadas con tape transparente o pegamento. Es cien por ciento probable de que se dañen de todas formas, pero durarán un poco más.
2. Muy recomendable poner la etiqueta de instrucciones de uso al frente del libro y no en su interior. Igual vale la pena forrar la portada con plástico transparente.
3. Indispensable mantener un listado de los libros y hacer catálogo de uso de forma semanal.
4. Saluda al dueño de la lavandería y mantenlo informado de los avances. Creeme, se sentirá orgulloso de formar parte de un proyecto ciudadano.
De nuevo te invito a despertar los espacios de espera. Cualquier esfuerzo dará frutos de mucho valor para el México actual. Animo animador!!
Saludos. Aleida Villa
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Agosto 2010: Cierta vez lavaba en la lavandería de mi fraccionamiento residencial y a falta de lectura me puse a leer el espacio y las personas. Siempre preparo mi ropa en casa, mis jabones y líquidos y me propongo echar un libro en el canasto antes de salir pero siempre lo olvido y mi castigo es leer pedazos de revistas de Vanidades y TV Novelas de años pasados.

Leía mientras doblaba ropa, los rostros neutros y el espacio blanco y un chispazo de creatividad golpeó mi mente: ¿Porque no traer a los libros aquí? No se porque no se me había ocurrido antes si es perfecto: El ciclo de lavado de una carga de ropa va entre 28 y 30 minutos. Al terminar de lavar sacas tu ropa y la llevas a la secadora que te da entre 17 o 20 minutos, dependiendo del peso de la carga. Estas obligado entonces a permanecer al tanto de tu ropa por más o menos 50 minutos una o dos veces a la semana, dependiendo del numero de personas en tu familia.

Si vas a invertir 50 minutos en estar sentado sin hacer nada mas que ver tus chones y pantalones girar y girar, que mejor momento para tomar un libro.
Tímidamente y con el corazón latiendo a mil por hora en el pecho le comenté al encargado de la lavandería que yo era promotora de lectura y pedí permiso para traer mi colección de libros. Afortunadamente me topé frente a otro ávido lector que aceptó. Y así nació el programa "Lee mientras lavas"

Escogí 40 obras que consideré se podían leer de principio a fin en un lapso de 30 a 40 minutos: poesía, ensayo, cuento, crónica y literatura infantil. A cada libro le puse una serie de sencillas instrucciones en la primera hoja que decían:

L E E    M I E N T R A S    L A V A S
1.- Disfruta de una lectura mientras lavas.
2.- Retorna el libro al estante al terminar.
3.- Cuidar su calidad asegura que lo disfrutes en tu próxima visita.
Por favor no te lo lleves para que otros disfruten del libro también.

Los puse en un estante de CD's que tenia abandonado atrás de la casa y listo, era todo para empezar.
Al llegar a la lavandería el joven me había preparado ya un espacio frente a la ventana. Los colocamos y esperamos por lo que pareció una larga semana para ver cual había sido el resultado.

Regresé una semana después esperando encontrar en el estante algunos 20 libros y uno que otro daño material. Pero mi sorpresa fue encontrar los 40 ejemplares con una que otra arruga de uso (esas arrugas buenas tan solo causadas por la feliz lectura) me encontré también con un joven satisfecho que me informó el programa había funcionado. La gente estaba más tranquila, los hombres habían hecho buenos comentarios, los niños leían y corrían menos, y la televisión había permanecido más tiempo apagada. Funcionó.

¿Que he aprendido de todo esto? Que dada la oportunidad todos leemos, no importa dónde sea, no importa quien seamos. Si hay revistas viejas leemos revistas viejas, si hay tele vemos tele, pero si hay libros buenos nos convertimos en lectores de libros buenos.

Aprendí también que no hay que temerle a los espacios. Igual puede ser en una sala de belleza, en el papel de un kilo de tortillas de una tortillería, en una funeraria caray!! solo ponlos y deja que los libros hagan su trabajo. Deja que los libros hablen.

Ahora voy por mi segunda lavandería y te invito a hacer lo mismo en tu calle, colonia, ciudad. ¿Te animas? ¿En dónde se te ocurre? Demos vida a los espacios de espera.

PROYECTO DE LECTURA: Sala de lectura LA CANASTA
PÚBLICO: Abierto
ESPACIO: Parque público del Fraccionamiento Residencial Santa Fe.
PERIODO DE FUNCIONAMIENTO: Febrero 2012 a junio 2012



   

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