miércoles, 8 de diciembre de 2010

Preguntas contestadas para el periódico El Informador de Jalisco:

EI: En el contexto de violencia y pobreza que se vive actualmente en Tijuana y algunas otras ciudades fronterizas, -¿Qué tan difícil ha sido llevar acabo este tipo de programas de lectura?
Aunque no lo parezca dado al continuo reportaje de noticias negras que corren no solo por México sino por todo el mundo respecto a la vida en Tijuana, esta ciudad fronteriza no varía mucho de cualquier metrópoli mexicana. Creo que es una lástima que la abundancia de actividades culturales y de innovación social, tecnológica y económica que vierte Tijuana sobre el país usualmente se vea eclipsada por la nota roja del día. No niego que en la frontera haya severos problemas de delincuencia, narcotráfico, pobreza y baja autoestima al que se nos somete diariamente, pero creo que como en todos los rincones de México son mayores los elementos positivos que los negativos.
Respecto a la promoción de la lectura en la frontera, la situación se vuelve precaria no por la violencia o pobreza que mencionas, pues hay actividades increíbles que se pueden lograr en colonias y espacios marginales. La dificultad es dado a la poca presencia que tienen los programas de lectura entre la comunidad cuando se deja que lo hagan instituciones gubernamentales. La promoción definitivamente es más efectiva cuando individuos toman la iniciativa, y desarrollan programas de lectura y cultura por su cuenta.

EI:¿Podrías describir un poco la comunidad donde trabajas? ¿Qué características tiene la población? nivel socioeconómico, profesión, etc.
Tijuana es enorme. Me es increíble pensar que convivimos en un espacio tan inestable geográfica y socialmente más de millón y medio de individuos, la mayoría de otros estados de la República, atraídos por la promesa de llegar a otro país o de recibir un mejor ingreso económico y un nivel de vida más cómodo que el dejado en su tierra natal.
Entre este mar de gente nos encontramos naufragando 25 pequeñas islas bibliotecarias, 14 promotores de lectura del programa nacional de Salas de Lectura, unos 10 cuentacuentos de excelente calidad, al igual que otro pequeño número de no más de 30 promotores culturales independientes y promotores literarios del sistema educativo estatal que promueven al libro en institutos de cultura, escuelas, casas, parques, centros culturales independientes, centros de rehabilitación e inclusive cárceles. Este número limitado de promotores en un área tan extensa y poblada dificulta el rango de efectividad que podría lograr la promoción lectora. Aun así los esfuerzos de cada promotor permiten que una parte de la población conozca el beneficio de la lectura y lo conviertan en un gusto e inclusive una necesidad.

EI:¿Qué ha representado para la comunidad con la que trabajas el programa de lectura que fomentas?
Aunque he sido mediadora de lectura en instituciones culturales estatales e independientes, en este momento desarrollo la lectura en un lugar en donde uno no esperaría verla. En la lavandería cerca de mi casa. Y es que en veces no es posible crear espacios con la expectativa de que llegue gente. En ciertas ocasiones es mejor llevar los libros a los espacios en donde esta la gente. Sea lavanderías, consultorios médicos, salas de belleza, etc.
“Lee mientras Lavas” es un proyecto que incorpora entre lavadoras, secadoras, televisiones y revistas viejas, un nicho de lectura dotado de cuentos, crónica, poesía, ensayo y libros infantiles para utilizar los 50 minutos de espera que invierte una persona entre lavado y secado, en leer libros de buena calidad.
La creación de este espacio representa tanto para mí como para los participantes, un vínculo comunitario que promueve la creatividad en un espacio no diseñado para desarrollarla.
Aunque he tenido resultados en veces negativos (se llevan los libros, los deshojan, los rompen) he obtenido más resultados positivos que me inspiran a continuar con el proyecto. (Diario del proyecto en http://www.proleti.blogspot.com/)

EI: ¿Crees en el poder de que con la educación y la cultura, en esta caso en específico la promoción de la lectura, se pueden lograr cambios en una sociedad que ha sido tan dañada por la violencia y la pobreza?
Si leemos un par de obras de cada vanguardia literaria nos daremos cuenta de las transformaciones que ha dado la sociedad, al igual de los elementos que poco han variado. La vida se refleja fielmente en la literatura, y a la vez cambia dado a la influencia que tiene la literatura en ella.
Creo que la promoción de la lectura bien planeada con el fin de cubrir las necesidades de una comunidad en problemas definitivamente tiene la fuerza suficiente para ser una influencia trasformadora.
La literatura nos hace más sensibles a las realidades de nuestro mundo. Porque al leer y convivir con los personajes, participamos en sus conflictos, y nos obliga a ver y sentir de forma anticipada las consecuencias de nuestras acciones si las aplicamos a la realidad. Leer sobre actos de violencia y sus consecuencias por ejemplo nos muestra entre tantas maravillas el lado negro de nuestra naturaleza humana, y es en ese mostrarnos logra disuadirnos de la repetición.

EI: ¿Cómo le haces para que tus talleres de lectura tengan éxito?
Dejo que el libro hable. Me refiero a que procuro no dar mi interpretación personal de los mismos. Es el lector el que debe buscarse encajar en una obra. Como dijo un prominente escritor: “Un lector no nace, se hace, y busca en los libros respuestas que el mundo cotidiano calla, y encuentra preguntas que ni siquiera sabia que se podían formular.” Simplemente no quisiera ser yo la que generara las respuestas de sus inquietudes, y mucho menos limitar su creatividad formulando las preguntas. Es importante que el promotor ofrezca la libertad de expresión.

EI: ¿Cuál ha sido el mayor reto y a qué te has tenido que enfrentar?
El mayor enemigo del promotor es él mismo. Porque al entrar a la profesión de promotor de lectura ya sabemos de antemano que el camino va a ser difícil. Que por cada día bueno, va a haber dos no tan buenos y que los frutos de nuestros esfuerzos van a ser en dosis pequeñas, rara vez abundantes.
Algunas veces llega la desesperación de siempre estar empujando, buscando, sacrificando recursos personales, y nos crea desánimo y nos obliga a disuadir de nuestros proyectos lectores, al menos momentáneamente.

EI: ¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción como promotora de lectura?
Los promotores nos la pasamos incrustando granitos de arena por toda la ciudad siempre guardando la esperanza de que alguno se convierta en perla.
El ver a un niño, joven o adulto disfrutando un libro que yo proveí, o recibiendo un halago por la actividad realizada, siempre es una gran satisfacción. Son mis granitos de arena.

La información fue resumida y ésta es la nota que salió publicada:
http://fil.informador.com.mx/noticias/2010/253370/6/la-lectura-como-puente-para-el-cambio-social.htm

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