sábado, 22 de enero de 2011

La luna se puede comer a cucharadas….


Claudia Najera Trujillo
Chihuahua, Chih. 21 de Enero de 2011

Sí, claro que se puede ¿ya vieron la luna de estos días? Ha estado preciosa!! Como la de hace días, como la de hace años, como la que vieron nuestros abuelos cuando se enamoraron, como la que añoraron nuestras tatarabuelas en medio de un mal amor (sí señores, aunque hayan sido nuestras tatarabuelas segurito también se enamoraron, sintieron cosquillitas en la boca del estómago y buscaron, a la luz de la luna, a ese ser querido alguna vez) o como la que acompañó a los navegantes y exploradores en sus intrépidos viajes para descubrir nuevos territorios al tiempo que extrañaban el calorcito rico de su hogar. A veces, cuando miro la luna, me gusta pensar en eso: que es la misma luna que vieron, que vimos, que verán…. (aunque la peli “La misma luna” no me gustó tanto, pero sí, definitivamente es para TODOS la misma bendita luna)

La luna se puede comer a cucharadas, de eso no me cabe la menor duda pues así nos la estamos comiendo entre los niños de 4º A y yo: a cucharaditas, probaditas deliciosas una vez por semana, justo al medio día, cuando ya terminaron de copiar la cuantiosa tarea que les deja su maestra en el pizarrón. A solicitud de la maestra con este grupo estoy trabajando el tema de la poesía y se me ocurrió tomar como base este bello poema de Sabines “La luna”, el primer día se los leí en voz alta y algunos sonrieron con eso de “la pata de conejo”, luego nos detuvimos un rato en aquello de poner una hoja tierna de la luna debajo de la almohada para mirar lo que queramos ver… ¿Saben? Intentar explicarnos entre todos esas líneas me ayuda mucho a mi también, lo cual me encanta porque disfruto mucho descubrir junto con los niños lo que nos dicen las palabras. En esa sesión entendí que, además de la muerte, sobre los sueños es que el ser humano todavía no ha podido tener control (y me refiero a los sueños que tenemos al dormir, no a los que nos forjamos conscientemente) así que el conjuro de Sabines me gustó mucho, a los niños también.

Al principio, cuando iniciamos este proyecto, me miraban con ojitos de no entender nada, mezclados con esa ternura de aceptación por el cariño mutuo que nos tenemos, pero cuando les dije que justo la poesía puede comerse a cucharadas, empezando con pequeñas probaditas hasta irle encontrando el sabor, sus miraditas tomaron un tono distinto, como de comprensión. Así que la estrategia ha sido simple: en cada sesión releemos el poema de “La luna”, fijándonos cada vez en un fragmento distinto, degustándolo, intentando nuestras propias interpretaciones, aportando desde cada quien. A todos nos gustó mucho eso de “darle la llave de la luna a los presos y a los desencantados”, especialmente porque desencantados nos hemos sentido todos alguna vez y la luna puede ser una buena opción.

Después de releer a Sabines, hemos ido agregando lectura de otros textos. En la sesión pasada conocimos los limericks ¿ustedes los conocían? Yo recién los he descubierto. Son, según palabras de Ma. Elena Walsh (a quien recientemente perdimos) “Historietas absurdas escritas en verso. Se componen de dos versos largos, dos cortos y otro largo. Fueron inventados por los ingleses” y están divertidísimos. Yo los conocí en un libro de Ma. Elena que se llama “Zoo loco” y que forma parte del acervo. Transcribí algunos para los chicos y al leerlos nos hemos puesto una divertida tremenda, además que muchos niñas y niños se atrevieron a leer en voz alta alguno, motivados por la gracia de las historias absurdas que cuentan. El de la gallina y el gallo nos provocó muchas risas e intentos diversos por darle tono a las preguntas de uno de sus versos, al punto que en un momento (cuando ya todos estábamos metidísimos) nos atrevimos a hacer una lectura coral dividiendo versos entre niños y niñas. El texto dice así:

“Un Gallo a una Gallina preguntó:
- ¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
La Gallina, indecisa,
Primero le dio risa,
Pero después le contestó que no.”

¿Ustedes cómo lo leerían? Es muy fácil decir eso de “si tiene signos de interrogación es pregunta y se debe leer como tal” peeero, hay de preguntas a preguntas ¿no? Especialmente cuando quien pregunta es un gallo a una gallina. A mí me parece que, además de decir esa regla, hay que practicarla con diferentes textos y encontrarle, en el contexto, el tono adecuado a cada pregunta… y como eso me parece, me parece también necesario, importante, provocar que los chicos lo descubran. Les digo que nos hemos reído tanto que, en un momento solidario, prometimos que no se nos notara mucho la divertida que nos estábamos poniendo por aquello de que su maestra pudiera enojarse con nosotros (Ustedes por favor guárdenos el secreto). En otro momento intentaremos escribir nuestros propios limericks, y en cada sesión seguiremos degustando a cucharadas la luna, también intentaremos escribir nuestros propios poemas… en fin, además de divertirnos creo que estamos aprendiendo juntos y eso me gusta mucho, re mucho, por eso se los comparto.

Este es el proyecto que tengo con uno de los 9 grupos con los que estoy trabajando en estos días. Esto es parte de las biblioaventuras que les prometí compartiría. También les comparto que he iniciado el trabajo con otras 3 escuelas distintas, en una de ellas sí hay bibliotecario y le estoy ayudando a clasificar su acervo y a empezar con los servicios bibliotecarios. En las otras dos no tienen bibliotecario así que yo seré como “la bibliotecaria por un día” en cada una, también hay que reacomodar el acervo así que en estas primeras visitas me la he pasado bajando, limpiando, clasificando libros por lo que traigo las manos todas maltratadas (entre el polvo, lavarme las manos continuamente con agua fría, y la cargadera de libros, ya traigo las manos raspositas y las uñas quebradas… así que por ahora agradezco no haya galán que me quiera agarrar la mano porque, me daría una pena jajajaja)

Claro que en este iniciar bibliotecas en otras escuelas me asaltan las dudas, algunas similares a cuando inicié en mi escuela, pero otras referidas a todo aquello que siento no hice correctamente la primera vez. Intentaré que ahora haya más trabajo con los compañeros de estas escuelas para que ellos aprendan a clasificar y ordenar el acervo, de lo contrario, cuando me vaya, volverá a hacerse un reborujo. También les iré contando de los avances en esta aventura, a pesar de ser experiencias similares, el contexto de cada escuela es distinto, los espacios diferentes, las dinámicas cambiantes y las posibilidades pueden variar o caminar por rumbos distintos. Por lo pronto experimento esto de ser bibliotecaria itinerante, ya veremos cómo nos va.

Bueno chicas, chicos, ya es noche, por mi ventana puedo ver la luna antes de dormir (me gusta mucho el paisaje que puedo mirar desde mi ventana), intentaré soñar con unas manos tibias que toman mis manos, o con vacas que comen con cuchara, con gallinas que dicen que sí al cocorocó, con el fin de las deudas o el inicio de nuevos proyectos, con un enorme chocolate para mí solita o con una bella reunión donde compartamos sonrisas… yo intentaré, no creo que lo logre porque, ya saben, sobre los sueños todavía no hemos descubierto la forma de control.

Ojalá ustedes también sueñen bonito!!!
Claudia Najera Trujillo

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